La energía eólica marina flotante representa una revolución silenciosa pero poderosa en el mundo de las energías renovables. A diferencia de los parques eólicos marinos tradicionales, que requieren cimentaciones fijas en el lecho marino, las turbinas flotantes se instalan sobre plataformas que pueden operar en aguas profundas, abriendo nuevas fronteras para la generación de electricidad limpia.
¿Por qué flotante?
Las costas del Mediterráneo, especialmente las españolas, presentan profundidades que hacen inviable la instalación de turbinas fijas. Aquí es donde entra en juego la tecnología flotante, que permite aprovechar los vientos marinos sin alterar el fondo marino ni competir con otras actividades como la pesca o el turismo.
Además, estas turbinas pueden instalarse más lejos de la costa, lo que reduce el impacto visual y permite captar vientos más constantes y potentes, aumentando la eficiencia energética.
Innovación tecnológica: de la ingeniería naval a la inteligencia artificial
Europa lidera el desarrollo de esta tecnología gracias a proyectos como SEAFLOWER, que utiliza inteligencia artificial para optimizar los sistemas de anclaje de las plataformas flotantes. Estos avances permiten reducir costes, mejorar la fiabilidad y acelerar el despliegue de parques eólicos en aguas profundas.
España, por su parte, ha demostrado una capacidad industrial notable: 11 de los 13 proyectos flotantes instalados en el mundo han sido fabricados en territorio español. Esto posiciona al país como líder en la cadena de valor de la eólica marina flotante.
Proyectos clave en el Mediterráneo
Puerto de Tarragona: Hub logístico del sur de Europa
El Puerto de Tarragona se está transformando en el principal centro logístico para la eólica marina flotante en el Mediterráneo occidental. Se han destinado más de 30 hectáreas para instalaciones industriales y se prevé ampliar el muelle de Balears para facilitar el montaje de aerogeneradores flotantes
Más de 20 empresas ya han mostrado interés en utilizar este puerto como base de operaciones, lo que augura un impacto económico y tecnológico significativo en la región.
PlemCat: Laboratorio flotante en Cataluña
El proyecto PlemCat (Plataforma de I+D+i en Energías Marinas de Cataluña) será pionero en investigación aplicada a la eólica flotante en el Mediterráneo. Servirá como banco de pruebas para nuevas tecnologías adaptadas a las condiciones marítimas locales, incluyendo materiales avanzados y sistemas de control inteligente.
Este parque experimental permitirá validar soluciones antes de su despliegue comercial, y será clave para entender el impacto ambiental y climático de estas instalaciones.
Golfo de León: 250 MW de energía limpia
Frente a la costa de Occitania, en el Golfo de León, el proyecto Eoliennes Flottantes d’Occitanie (EFLO), liderado por Ocean Winds y Banque des Territoires, instalará turbinas flotantes con una capacidad de 250 MW, suficientes para abastecer a medio millón de personas.
Este proyecto marca el inicio de la eólica flotante comercial en el Mediterráneo y demuestra el compromiso de Francia con la transición energética.
España: Hoja de Ruta hacia 2030
El Gobierno español ha aprobado una Hoja de Ruta para la Eólica Marina, con el objetivo de alcanzar entre 1 y 3 GW de capacidad instalada para 2030.
Esta estrategia incluye subastas, incentivos a la I+D+i, y una planificación espacial que armoniza la producción energética con la protección ambiental y las actividades marítimas.
El Mediterráneo como motor de cambio
La energía eólica marina flotante no solo es una solución tecnológica avanzada, sino también una oportunidad para transformar el modelo energético del Mediterráneo. Con proyectos como PlemCat, Tarragona y EFLO, la región se posiciona como un laboratorio vivo de innovación, sostenibilidad y colaboración internacional.
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